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viernes, 30 de junio de 2017

Todo perfecto

Desde niño hice muchas preguntas, mi curiosidad era inmensa, a la par que mi ignorancia y creí que en la escuela los maestros responderían con certeza, las explicaciones estaban seguramente en sus mentes, las habían aprendido en los libros que venían de todos los confines de la tierra y de todos los tiempos pasados con las formulas para realizar los sueños, para encontrar la felicidad, la paz, el amor, para reconocer lo que es bueno y distinguir a tiempo lo que es malo, sobre todo, saber que es el hombre y que hace en la tierra, cual es su propósito en el infinito universo.

      Como pueden imaginar lo que encontré fue desilusiones, amargas decepciones  clasificadas en las bibliotecas, difundidas en las mentes de los hombre y mujeres que habían intentado encontrar respuestas y que solo acumularon mas preguntas sin contestación. 
Algunos buenos intentos, descubrimientos que alentaron a otros para continuar buscando como si fueran las gemas mas valiosas, fórmulas que transformarían la vida de los hombres logrando que por fin tuvieran una vida plena libre de la violencia, las enfermedades y tantas otras cosas que mostraban su fragilidad ante la vida.
    Los caminos recorridos han sido muchos, he pasado por ser campesino, estudiante,  obrero, empleado, comerciante, inversionista, maestro, aventurero para ver desde distintos ángulos, con diferentes perspectivas, conocer la forma de vida de unos y otros, fracasando en el intento, convenciéndome al paso del tiempo que las cosas son como tienen que ser para cada persona, que hay un diseño perfecto que mantiene el equilibrio natural, que no todos tienen que ser iguales, tener lo mismo, pensar idéntico ni desear o sentir de la misma forma.  De esa desigualdad es que se forman los movimientos constantes, la dinámica humana para lograr cambios, formular sueños y proyectos que se hacen realidades o se convierten en pesadillas.   Lo bueno y lo malo son como la luz y las sombras, están ligados, su contraste es lo que resalta su existencia, cada uno tiene cualidades que les hace importantes.
    Nuestra interpretación es la que se confunde cuando intentamos calificar, clasificar sin tomar en consideración cuales son las propiedades en su totalidad, sus consecuencias, su injerencia en la vida, porque no captamos la dimensión total de cada fenómeno, de cada acción, simplemente porque no estamos capacitados para ello.  
    Nuestra percepción es limitada, imposibilitada para abarcar un análisis de los tiempos y los espacios en su total dimensión y la relación de los acontecimientos dentro del universo, dentro de las dimensiones que conocemos y que desconocemos. 

No voy a fastidiar narrando las veces que me sentí mal, agredido, humillado, ofendido, furioso con quienes me parecían  injustos, crueles, malvados, ni puedo siquiera enumerar las veces que goce intensamente, recorriendo sitios increíbles,compartiendo momentos especiales con gente maravillosa,   pero pasado el tiempo vi que había una razón para cada experiencia y acontecimiento,  como consecuencia estoy aquí,  sintiendo que el recorrido fue emocionante, una aventura donde ha existido una gran variedad de experiencias y que me hace pensar que ha sido fascinante, asombroso después de todo. 

   Tal vez no sea tan difícil de comprender si observamos con detenimiento la naturaleza, su constante cambio, la relación de vida y aparente muerte, digo aparente porque  hay un proceso de transformación de la materia y la energía para lograr la renovación de los elementos que conforman el cosmos. 

 No hay bueno ni malo dentro de la gran esfera de la vida, son simples componentes de una formula, el calificativo se lo otorgamos nosotros, le atribuimos cualidades o defectos, deseamos controlar, clasificar cada parte del cosmos, modificarlo,  pero lo hacemos con el prejuicio humano, bajo los paradigmas aprendidos, sin la capacidad para abarcar su contenido total. 

   Por supuesto no comprenderemos jamas la razón, simplemente tenemos que aceptar que es perfecta la forma como se logran los cambios, el dinamismo natural, la renovación que nos sorprende, nos hace sentir que la vida fluye, sigue adelante sin detenerse en las dimensiones espacio tiempo y que tenemos que sentirnos muy contentos de ser parte de su composición , conscientes seres que pueden gozar de tanta maravilla , participar donde es opcional el seguir preguntando por que? o para que?

 Somos parte de esa formula en la que  intervenimos con nuestro deseo de encontrar respuestas, eso nos hace sentir importantes, nos alienta a continuar siempre explorando, investigando, descubriendo los grandes tesoros que guarda el universo. 

    Entonces, cuando mas emocionado estaba con los argumentos para demostrar que las cosas eran como tenían que ser, un hombre  que leía en mi blog me envío  un mensaje preguntando si la pornografía, la trata de blancas, la fabricación y venta de armas, bebidas alcohólicas, drogas, el comercio con la muerte, la enfermedad, el miedo, la corrupción en la administración publica, en la imparticion de justicia o el simple rayar un auto o pintarrajear una propiedad ajena eran parte de esa perfección que , según yo, existe.

    La respuesta es:  
         no lo se, ignoro si la conducta auto destructiva del hombre sea parte de esos procesos de renovación, pero dado que somos la especie que tiene consciencia de sus actos, que comprende la diferencia de lo bueno y lo malo en un proceder y que creemos en la existencia de Dios o en la ciencia y la técnica como herramientas para actuar positivamente, posiblemente estamos en alguna parte del camino que tenemos que recorrer para entender cual es la dirección correcta, comprender que la vida compartida con todas las especies del mundo no puede ser alterada a capricho, por conveniencia egoísta, que nuestra intervención puede ser diferente para lograr vivir a plenitud, de lo contrario simplemente desapareceremos, nos condenamos al exterminio en ese proceder que no atiende a los valores naturales, a la relación con cuanto existe y de esa forma, sin sentido perdemos la oportunidad de seguir gozando, participando en esta fiesta de la vida, que sin la especie humana puede continuar siendo perfecta. 

    La existencia del hombre es difícil, compleja, su misma capacidad mental, su cerebro donde se pueden efectuar toda clase de formulas para sobrevivir, para construir o destruir es un arma de dos filos, siempre ha de tomar decisiones, las respuestas no se conocen en un cuestionario que se propone a cada paso, en cada etapa. 

   Hacer lo que conviene a la vida es nuestra decisión, condenarnos al exterminio también lo es, todo depende de nuestro deseo, nuestro amor u odio.  Afortunadamente hay millones de seres que sin tener reconocimiento alguno, en el anonimato hacen sus labores sin mayor complicación que la que deriva de la actividad, lo realizan diariamente para que las sociedades humanas sigan funcionando.  Día y noche se esfuerzan por hacer lo mejor, se esmeran en perfeccionar elementos, servicios, relaciones dentro de sus comunidades, amando a sus familias, apoyando a sus amigos  y participan manteniendo la esperanza de que podemos continuar  en el proceso de renovación de la vida en este mundo de una forma positiva. 

Si nos extinguimos el cosmos no va a desaparecer, su magnitud y complejidad esta muy por encima de nuestra capacidad de comprensión y afectación , de manera que nos podemos sentir tranquilos en ese renglón, no somos responsables de su funcionamiento ni tampoco de como ha de evolucionar. 

                                                                  JuanAntonio Saucedo Pimentel
   



   

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