Después de realizar un recorrido por una sala de exhibición de objetos científicos donde los visitantes interactúan con diferentes aparatos y observan videos donde se explica la evolución de la materia y la energía para formar todo cuanto existe en el universo, se plantea un cuestionario para comprobar como afectan las ideas adquiridas durante el recorrido a sus creencias religiosas, las respuestas dejan algo en claro, los nuevos conceptos se forman a partir de la adaptación de lo nuevo con lo que ya existe en la mente, el rompecabezas mental no se destruye, simplemente se modifica para acoplar las nuevas ideas, de tal manera se nota claramente que, en forma general, los visitantes interpretan que esa energía y materia en evolución alcanza su grado óptimo cuando toma conciencia, cuando es capaz de interpretar de forma correcta lo que sucede en el entorno, conoce las leyes que rigen el universo e incluso puede hacer uso de ellas para su propio beneficio, pero consecuentemente se percata de que existe algo que esta dirigiendo la totalidad del universo, que es responsable de cuales son sus ingredientes, como se fusionan y como se comportan para que la vida surja y evolucione hasta llegar al hombre. es un viaje mental que me ocurrió durante un sueño y que me hizo reflexionar sobre lo mucho que nos preocupamos por resolver misterios que debieran ser causa de admiración y respeto, porque nada hay mas hermoso que llegar a comprender que ese universo del que formamos parte es algo maravilloso, inmenso, infinito para la capacidad del hombre en cuanto a su complejidad y dimensiones, en sus misterios y diversidad, de tal manera que podemos sentirnos gozosos de pertenecer a esa obra, ser actores y al mismo tiempo espectadores de cuanto en el cosmos sucede.
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