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El Gran Libro

El Libro Cuando nació la idea de escribir fue como la tormenta que de pronto aparece en el horizonte anunciando con relámpagos y truenos...

martes, 21 de junio de 2016

de todos los dias

Doña Mariana está torteando  hincada frente al comal, se fue de madrugada al molino a llevar su nixtamal y ahí escuchó que había ocurrido un atentado terrorista, muchos muertos según dijeron y que el presidente ha prometido hacer  escuelas y crear  fuentes de trabajo para que la nación siga creciendo, lo cual le tiene sin cuidado, ella sabe que eso han sido promesas de mucho tiempo atrás, desde que ella era niña las ha escuchado, lo mejor es que se apure a preparar el desayuno para los chamacos, para el hijo mayor que va a trabajar al campo con su padre y que ya le ha enterado de que tiene novia, seguramente le dice cosas bonitas como las que ella escuchaba del que ahora es su esposo, entonces todo eran sueños, caricias, besos, risas, no les importaba lo que pasaba en el mundo, su amor estaba por encima de cualquier cosa y no percibían que el aroma de las flores se mezclaba con la pestilencia de los productos químicos que ya empezaban a utilizar en los campos, no vieron que sus amigos se animaron a consumir droga por curiosidad y luego por vicio, se perdieron en sus ilusiones, se fugaron a otros espacios donde la imaginación les formaba mundos mejores donde no había guerras, hambre, corrupción. 
   Se acostumbraron a soñar mientras vivían, a vivir soñando, sin importar el mañana y muchos murieron sin saber lo que era el amor ni tener una familia o ser responsables de algo, simplemente pasaron por la existencia sin vivir. 
 Mariana se mantuvo a distancia se acostumbró al trabajo de la casa, las tareas del día a día,  bordando sus vestidos, aprendiendo de la abuela y de su madre  lo que corresponde a la mujer del campo que no tiene mayor ilusión que su familia, más goces que los de sentirse amada por su esposo y por los hijos, compartiendo penas y alegrías, respetando a los padres, a los mayores del pueblo, los ancianos y ancianas que tienen en su memoria muchas historias y mucho conocimiento de medicina, de la vida misma que no es más que una repetición que se va haciendo eco en el tiempo mientras pasan las horas y las estaciones le hacen salir arrugas al cuerpo y canas al pelo, para que se tenga bien en claro que se ha vivido suficiente, que hay un acopio de experiencia en el ser que las va luciendo.  
  En todo eso piensa mientras hace tortillas que se inflan en el comal y arrima el jarro de atole para que se vaya calentando, es hora de que ya están llegando al desayuno los otros de la casa, le saludan con respeto y con mucho cariño, le dan los buenos días con un beso en la frente, se acomodan en los bancos y se sirven tortilla con frijoles y su jarro de atole mientras comentan sus sueños y se burlan de la suerte del vecino  por caer en el lodo ,el caballo le hizo un reparo de improviso la tarde anterior mientras se lucía frente a la novia. 

   Mariana se une en la charla, les cuenta lo que ha escuchado en el molino y simplemente se encogen de hombros, no hay mucho que puedan hacer por los muertos ni entienden a esos terroristas y mucho menos al presidente que sigue prometiendo lo que nunca se ha de cumplir, lo mejor es irse a trabajar, el campo es exigente, no deja tiempo para andar con chismes, hay que darle duro y sudar para que tengan buena cosecha, si el temporal lo permite, este año será mejor que el anterior. 
    Por la tarde ya cansados, tienen un rato para contar los pormenores de la jornada, hay buenos resultados, algunos comentarios sobre la repartición del agua que les están limitando porque quieren aumentar la cuota, lo de siempre, hay que acomodarse a lo que viene porque esos jijos no tienen llenadero y no queda otra mas que darles lo que piden, de lo contrario nos dejan a secas. 
   su esposo se queda a solas con ella en la cocina, entre los aromas a comida y de leña quemada la abraza por la cintura y le besa el cuello, le dice que la ama, que la llevará de paseo al pueblo en el fin de semana pa comprarle una falda y un reboso de los que trajeron de lejos y que tanto le han gustado. Mariana sonríe diciendo que le cambia todo eso por otro beso, van a su lecho y hacen el amor con calma como amantes expertos que han practicado muchos años, saben sus íntimos secretos, las formas y los tiempos, su amor es inmenso al punto que los hace olvidar el mundo

El sueño  profundo, algunas veces Mariana siente que no va a despertar a tiempo para ir al molino, pero sabe que los gallos la van a despertar seguramente, esos no fallan, cantan sin importarles lo que sucede en el mundo, eso pasa todos los días.


    Mientras prepara el nixtamal se aparece en la cocina su hijo mayor, le besa la frente, le desea buen día y ella le pregunta sobre la novia , él se sonríe diciendo , ahí caminando la cosa ma, pero como ustedes dicen, sin prisa para que salga bien.  Mariana se alegra de ver que el muchacho es feliz en esa relación con la hija de su comadre Chole, la conoce de toda la vida, la llevaron a bautizar y sabe ser buena pa todo lo que se merece un hombre, nada que reprocharle en su conducta.
El abuelo llega con su bastón dando pequeños golpes en la puerta para hacerse notar, le besan la mano, se acomoda en un banco y Mariana le pregunta , oiga tata que es eso que andan alegando de la libertad?   
   el viejo mira a la tierra como para acomodar las ideas y dice: es un cuento que nunca termina, antes estas tierras las controlaban los caciques, su voluntad era ley, nadien se oponía ,sirviendo casi sin recibir nada a cambio, hubo descontento, se vinieron los tiempos revolucionarios quemando, destruyendo, matando, hasta que se dijo que las tierras eran de los campesinos, que eran libres de sembrar y cosechar , vender a quien desearan , eso se dijo, pero bien sabes que solo se puede vender a los compradores que ponen los precios que les conviene, y que las tierras no dan fruto sin el agua que ahora se paga, en denantes los arroyos cruzaban por el campo, se disponía de líquido todo el año, construyeron las presas, nos limitaron el riego imponiendo cuotas cada vez mas altas.
Se unieron al grupo sus otros hijos y su esposo, el abuelo continuaba hablando. 
los hombres se están cansando de trabajar por casi nada, todo se los quitan en impuestos, en pagos de una y otra cosa, les dejan apenas lo justo para comer, estamos en lo mismo que antes de la revuelta, se está alzando otra y otra inconformidad, viene empujando la idea de libertad, la libertad siempre como un sueño que nunca se alcanza pero hace que las gentes se unan para dejar escapar su coraje, sus deseos de vivir mejor. Ya he pasado esto otras veces, se logran algunos cambios, se vive tranquilo un tiempo y luego se empieza de nuevo, como si fueran las estaciones que van marcando la vida de los hombres, donde van creciendo, maduran, florecen y luego se van marchitando hasta que desaparecen unos y viene la nueva generación con los deseos, con los impedimentos de siempre, con la pelea entre los caciques y los campesinos, aunque se vistan de otra cosa, son lo mismo. 
   en silencio bebieron su jarro de atole, comieron tacos de frijoles, se fueron cada uno a sus labores, reflexionando, interpretando cada uno a su manera las palabras del abuelo. 
Mariana se imaginaba un campo con suficientes tractores, con bombas de riego, una escuela con lo necesario para que estudiaran los hijos, una casa con un gran brasero donde ella cocinara de pie, con carbón de primera, una boda de su hijo donde hubiera música en vivo, con la banda del pueblo grande, suficiente comida para invitar a todos los conocidos y una cama grande donde pudiera seguir disfrutando del amor con su marido. Se dijo para si misma, tal vez se logre si triunfa eso de la libertad. 

    En el río estaba lavando al lado de otras mujeres, platicando de varias cosas, bromeando sobre otras, cuando apareció Susana, la hija del hombre mas rico del ejido, se vino caminando cruzando los campos de siembra seguramente con la intención de cruzarse con el hijo mayor de Mariana.  La saludaron y entre risas le preguntaron si estaba alegre la mañana y ella les contestó que siempre era alegre cuando podía  encontrar a Mariano, sacarle unas palabras, hacerlo que se mirara en sus ojos y verlo sonrojarse, se rieron pero a Mariana no le hizo mucha gracia, no le gustaban los coqueteos de la niña caprichosa capaz de  hacer la vida pesada a  su retoño. Susana se percató de la molestia, sonriendo le dijo, no se me enoje, ya sabe que estoy bromeando, ese hijo tuyo es mas duro que las piedras de este río y no lo mueves ni con una yunta de fuertes bueyes, alguien contestó, pero hasta las piedras de este río se mueven con las crecidas, se rieron de nueva cuenta, ella se descalzó, le pidió a Mariana que le ayudara a sacarse el vestido mientras le guiñaba el ojo diciendo que ya no hiciera caso de las habladoras, que ella tenía en casa una joya, además de que ya estaba en relaciones con la hija de la comadre Chole, cosa seria, ahi no me meto ya sabe que la Rosa y yo somos como hermanas. 
 Susana se tiró al agua, se acomodo para que la corriente le diera masaje diciendo que eso era vida, lastima que no le permitieran hacerlo todos los días, eso de la estudiada no le gustaba, era perder el tiempo, ella solo tenía  que buscar un buen marido que administré  lo que recibiría  de herencia.  Se rieron y algunas hicieron comentarios al respecto, pero Mariana se quedó meditando sobre la diferencia entre ricos y pobres, entre los que trabajan y los que se dicen administradores, entre los que hacen las cosas y los que las disfrutan, cuestionando si no era demasiado aburrido no hacer nada productivo, no sentir la satisfacción de una obra terminada con esfuerzo para lograrlo, tenderse a dormir rendido de cansancio después  de una dura jornada, con la conciencia tranquila, con la esperanza de que mañana saldrían mejor las cosas. 
  Don Jacinto tiene enemigos de peso, les ha quitado sus tierras con malas mañas, haciendo mal uso de bienes que no le corresponden, porque siempre anda con los del gobierno y dice tener la autoridad para hacerlo, aquí su hija se va a quedar con todo ese dinero mal habido, con un montón de problemas que tendrá que lidiar esta niña para seguir conservando lo que tienen, no me gustaría ver a uno de mis hijos metido en esos asuntos de leyes, abogados,  juicios, pleitos que no tienen fin, que separan familias, crean discordia, rencores, mucho dolor, algunas veces hasta muertes. 
  Las mujeres hablaban, reían, Susana se fue y Mariana apenas se percató de ello, estaba tan sumida en sus pensamientos, mirando como el agua corría por entre las piedras, con su murmullo incansable, como si fuera la voz de un ser tranquilo y bueno que llenaba de vida y alegría ese valle, que venía desde los cerros, se alejaba entre el bosque, llegando muy lejos, mas lejos de lo que ella alguna vez  imáginara .   Tendió la ropa al sol y ella se fue  a la sombra de un árbol, mirando las nubes flotando, moviéndose  lentamente, escucho el  trinar de los pájaros, la brisa le acariciaba la piel y le refrescaba, no necesitaba otra cosa, esa era la vida que le gustaba, viendo a lo lejos a los hombres trabajando la tierra, en esa calma, en ese brillo de sol, que se apaga por la tarde anunciando que otro día se ha terminado. 

     Mientras camina por el sendero de retorno a casa ve un par de codornices entre los matorrales, le da gusto saber que aún hay esas aves, que no las han exterminado como a otras especies en la zona, hay muchos animales que han desaparecido de este lugar, según recuerda de niña había mas pájaros, distintos de los que hoy existen, eran de colores brillantes, de trinar bonito, se les escuchaba por la mañana y por las tardes cuando llegaban a los arbustos cerca del río y cuando se acercaban a las casas en busca de semillas o agua de las piletas, se refrescaban mojando sus plumas, parecían bailar en el agua muy contentos, mi madre decía que eran portadores de buenas noticias, porque cuando ellos aparecían se acercaba el tiempo de la cosecha. Hace años que no aparecen, dicen que fueron los fertilizantes químicos  que los mataron, otros cuentan que se alejaron de estas tierras que ya se han contaminado, que se fueron para otros lugares, espero que así sea y que no hayan desaparecido para siempre, tal vez algún día los vea otra vez. 

   La abuela retorno esa tarde, estaba oscureciendo cuando se escucho el motor de la camioneta que venia de Pueblo Grande, se detuvo frente a la casa y decendió la vieja con sus movimientos lentos pero seguros, derechita como varita de nardo según decia el abuelo, delgada, con su sonrisa amable y su voz alegre saludando contenta de haber regresado. 
  Que noticias no trae madre? pregunto Mariana mientras le besaba la mano y le ayudaba con su pequeña maleta de viaje,  nada, nada, que tu hermana ha tenido gemelas, bellas como luceros, creo que tanta pasión fue la causa, ya sabes que esos dos se aman como pocos, incluso han sido causa de malos comentarios y envidias, pero son muy felices viviendo lejos de estos que no saben del amor mas de lo que aprenden de los animales.  Se rieron y el abuelo vino a darle su abrazo y su beso con cariño, diciendo que la había extrañado mucho esos tres días.  La abuela contaba los pormenores del parto, ella era experta en eso menesteres, trajo al mundo a la mayoría de los retoños de esa ranchería, pero siempre le emocionaba recibir a nuevos seres, sobre todo de su familia y ahora con las gemelas sentía como si hubiera recibido un trofeo por su trabajo, no se cansaba de lanzar elogios para sus nietas, las describía emocionada como si fuera la primera vez que participara en un parto. Fue tema de la cena y del desayuno del día siguiente, todos deseando saber cada detalle porque era cosa distinta el ahora tener en la familia unas gemelas que seguramente serían bellas como su madre o como la abuela en sus tiempos de juventud, cuando los jóvenes de la región se afanaban por ganar sus atenciones y convertirse en el novio que al final resulto ser su abuelo, porque fue el único que le regalaba flores todos los días antes de irse a las labores y por las tardes pasaba a contarle una historia de las muchas que se le ocurrían durante la jornada, porque vaya que tenia imaginación.

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